La tendinitis es una lesión habitual en personas que realizan de forma continuada y repetitiva un movimiento en una articulación. Es por ello que la tendinitis es una patología muy común en tenistas, nadadores profesionales o golfistas.
A continuación te mostramos todo lo que debes saber sobre esta patología, sus causas, los síntomas y los principales tratamientos recomendados.
- ¿Qué son los tendones?
- ¿En qué consiste la tendinitis?
- Principales síntomas
- ¿Por qué se produce una tendinitis?
- Tipos de tendinitis más comunes
- Tratamiento de la tendinitis
- ¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
¿Qué son los tendones?
Los tendones son estructuras fibrosas que unen los músculos con los huesos. Son flexibles pero muy resistentes. En el cuerpo hay 4.000 tendones que nos permiten mover las articulaciones. Gracias a ellos podemos doblar el codo, flexionar la rodilla o girar el tobillo.
¿En qué consiste la tendinitis?
La tendinitis es la irritación o inflamación de un tendón. Esto provoca sensibilidad, dolor y molestia en las fibras que unen los músculos con los huesos de la articulación afectada.
Aunque la tendinitis puede producirse en cualquier zona del cuerpo, es habitual que se dé a nivel del complejo articular del hombro, codos, rodillas o talones. Con menor frecuencia, aparece en las muñecas, caderas, manos o tobillos.
Principales síntomas de la tendinitis
Un paciente con tendinitis presenta dolor y sensibilidad alrededor de la articulación afectada, especialmente durante el movimiento. En muchos casos, los síntomas se alivian con reposo y medicación.
Algunos de los síntomas son:
- Dolor continuado en la articulación que se intensifica y agudiza al mover la extremidad o articulación afectada. Este dolor puede intensificarse por la noche o tornarse en rigidez por la mañana.
- Hinchazón leve de la zona
- Sensibilidad leve en la articulación
- Enrojecimiento
¿Por qué se produce la tendinitis?
Las causas por las que se produce una tendinitis pueden ser muy variadas, pero las más frecuentes son las siguientes:
- Lesiones deportivas
- Realización sistemática de movimientos de forma repetitiva
- Sobrecarga articular
- Degeneración o pérdida de elasticidad del tendón debido a la edad
- Patologías como diabetes, artritis reumatoide, psoriasis, gota o una enfermedad de tiroides.
Tipos de tendinitis más comunes
Codo de tenista
El codo de tenista o epicondilitis constituye una lesión muy común en jugadores habituales de tenis u otros deportes de raqueta.
Consiste en la inflamación o, en algunas ocasiones, microdesgarro de los tendones que conectan los músculos del antebrazo en la zona exterior del codo. Estos pueden verse afectados debido a la sobrecarga de la estructura del tendón, por la realización de movimientos de repetición, asociados al impacto al golpear la bola, lo que puede provocar dolor y sensibilidad en la inserción tendinosa.
Codo de golfista
El codo de golfista o epicondilitis medial consiste en la inflamación, dolor o irritación de la cara interna del antebrazo, que se extiende hasta la muñeca. Es común en personas que practican un deporte que implica lanzamientos, como el golf o el béisbol.
Es una patología similar al codo de tenista, el tratamiento adecuado, asociado a reposo, pueden ser suficientes para aliviar el dolor.
Tendinitis aquílea
Como su nombre indica, se trata de la inflamación del tendón de Aquiles, es decir, del tendón que conecta los gemelos con el talón.
Las personas que presentan esta lesión notan, al principio, un pequeño dolor en la parte superior del talón. En casos de poca gravedad, los pacientes pueden sufrir simplemente una pequeña rigidez por las mañanas.
La tendinitis aquílea se produce principalmente por los siguientes factores:
- Pérdida de flexibilidad, debido principalmente a la edad
- Sobrecarga, debido a un exceso de actividad física
- Mala técnica deportiva
- Utilizar calzado inadecuado al realizar actividad física
- Sobrepeso
Hombro de nadador
El hombro de nadador, hombro de tenista o tendinitis del hombro es una hinchazón en la cara anterior del hombro. Se produce con frecuencia en deportistas que realizan estas disciplinas.
Lo cierto es que se trata de un síndrome en el que se engloban múltiples patologías, como la tendinitis del manguito rotador, inestabilidad de hombro o el pinzamiento subacromial.
Tratamiento de la tendinitis
El principal objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y reducir la inflamación de la estructura afectada. Por ello, es esencial comenzar el tratamiento lo antes posible.
- Reposo: El descanso continuado de la articulación afectada facilita la recuperación del tejido. Se recomienda que no se realicen actividades intensas o ejercicios físicos que puedan agravar los síntomas. Sin embargo, esto no quiere decir que el paciente no pueda realizar ejercicio, una persona con tendinitis sí puede realizar aquellas actividades que no sobrecarguen el tendón.
- Aplicación de frío: El hielo puede ser un gran aliado para aliviar el dolor e inflamación propia de la tendinitis, especialmente durante las primeras 48 horas.
- Inmovilización de la articulación: Con el objetivo de evitar la aparición de más lesiones, en algunos casos puede recomendarse la inmovilización de la articulación con una férula, cabestrillo o muñequera.
- Vendas y bandas elásticas: Recomendadas para reducir la inflamación y facilitar la recuperación de la movilidad.
- Tratamiento farmacológico: Dependiendo del tipo de tendinitis y su gravedad, el especialista puede indicar al paciente analgésicos, antiinflamatorios o corticoides.
- Cirugía: En casos de mayor gravedad, el tratamiento quirúrgico puede estar indicado.
- Tratamiento fisioterapéutico: Un programa de tratamiento fisioterapéutico rehabilitador puede ayudar a fortalecer el tendón y el músculo afectado. Las técnicas de terapia manual, pueden ayudar a aliviar el dolor, la inflamación, recuperar la función de la articulación y reiniciar la práctica deportiva habitual.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
- El envejecimiento, produce pérdida de elasticidad del tendón, lo que propicia la aparición de lesiones.
- Personas que realizan actividades que implican movimientos repetitivos, tienen malas posturas de forma continuada o realizan grandes esfuerzos físicos.
- Deportistas que realizan movimientos muy repetitivos, como tenistas, golfistas o nadadores profesionales.
- Los pacientes con enfermedades sistémicas presentan un mayor riesgo de padecer tendinitis.
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