1. dEFINICIÓN DE CIÁTICA
La ciática es el término empleado para referirse a un dolor que irradia a lo largo del nervio ciático, este se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia la parte inferior de las piernas.
Habitualmente afecta a un solo lado del cuerpo. El dolor puede incrementarse en presencia de una hernia de disco o un espolón óseo en la columna vertebral que comprime la raíz nerviosa. Esto causa inflamación, dolor y, en ocasiones, cierto nivel de entumecimiento en la pierna afectada. El dolor asociado a la ciática puede ser de gran intensidad, aunque la mayoría de los casos los síntomas mejoran con tratamientos no quirúrgicos.
2. Síntomas de la ciática
El dolor que se extiende desde la parte baja de la columna vertebral (lumbar) hacia los glúteos y la parte trasera de las piernas, rasgo definitorio de la ciática.
El dolor se irradia por todo el recorrido del nervio y puede sufrir cambios en cuanto a su intensidad, llegando a variar desde un dolor leve hasta una sensación aguda, de ardor o dolor insoportable.
En ocasiones puede sentirse como una sacudida o una descarga eléctrica.
El dolor acostumbra a intensificarse al toser o estornudar, así como al permanecer sentado durante períodos prolongados, posición que puede agravar los síntomas. Algunas personas solo tienen entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la pierna o el pie afectados.
Los síntomas más comunes de la ciática son:
- El dolor de la parte inferior de la espalda, no es tan intenso, como el dolor de pierna.
- Dolor constante en uno de los glúteos o en una sola pierna, lado derecho o izquierdo.
- Dolor que aparece en la parte inferior de la espalda o en una nalga y continúa el recorrido del nervio ciático.
- Dolor hasta que el paciente se recuesta o camina.
- Dolor punzante y agudo.
- Sensación de hormigueo y debilidad.
3. Factores de riesgo
Hay múltiples factores de riesgo que influyen en la ciática, algunos de los más importantes y destacables son los siguientes:
- Edad: los cambios en la columna vertebral relacionados con la edad, como las hernias de disco y espolones óseos, son las causas más frecuentes de la ciática.
- Obesidad: al aumentar la sobrecarga en la columna vertebral, el exceso de peso corporal puede contribuir a los cambios estructurales que desencadenan en la aparición de síntomas de ciática.
- Profesión: los trabajos que requieren giros en la espalda, trasladar cargas pesadas o conducir un automóvil durante largos períodos podrían guardar relación con el desarrollo de esta patología, aunque no existen todavía estudios concluyentes.
- Permanecer sentado durante mucho tiempo: las personas que pasan la mayor parte del tiempo sentadas o tienen un estilo de vida sedentario son más propensas a padecer ciática de lo que lo son las personas activas.
- Diabetes: esta enfermedad predispone a los pacientes que la padecen a desarrollar patología neurológica.
En muchos casos los síntomas mejoran o desaparecen de forma espontánea, sin embargo, esta afección puede generar una lesión permanente y provocar alteraciones más importantes.
- Pérdida de sensibilidad en la pierna afectada
- Debilidad en la pierna afectada
- Deterioro de la función intestinal o de la vejiga
4. Tratamientos de la ciática
El tratamiento más importante para la ciática es la prevención. Algunas las actividades idóneas para prevenir esta patología son las siguientes:
- Hacer ejercicios regularmente: Es importante prestar atención especial a los músculos estabilizadores.
- Mantener una postura adecuada al sentarse: Una buena opción para ello es elegir asiento con un buen soporte lumbar, apoyabrazos y base giratoria. También conviene colocar una almohada o una toalla enrollada en la parte baja de la espalda para mantener su curva normal.
- Utilizar una mecánica corporal adecuada: estar de pie durante períodos prolongados aumenta el riesgo de desarrollar ciática, por lo que mantener una correcta posición corporal ayuda a prevenir.
Si los síntomas ya han aparecido, podremos valorar otras intervenciones:
- Calor y hielo: Las compresas de calor o hielo son útiles para aliviar el dolor de la pierna afectada, especialmente en la fase inicial de la dolencia
- Fármacos para combatir el dolor: Los antiinflamatorios no esteroides o los corticosteroides orales pueden ser útiles para la reducción de la inflamación, una de las principales causantes del dolor ciático.
- Inyecciones epidurales de corticosteroides: En casos de dolor intenso, se pueden infiltrar corticoesteroides para reducir la inflamación.
Una vez que el dolor más intenso comienza a remitir, el profesional puede diseñar un esquema de tratamiento, dirigido a evitar lesiones futuras, que incluya ejercicios de corrección postural, fortalecimiento de los músculos de la espalda y mejora de la flexibilidad.
También puede interesarte: