La artritis reumatoide (AR) es un trastorno autoinmune crónico y progresivo que afecta a las articulaciones, causando dolor, hinchazón, rigidez y daños en cartílagos, huesos y tendones.
Es una enfermedad crónica más frecuente en mujeres que en hombres, que afecta a millones de personas de todas las edades en el mundo.
El origen de la AR es desconocido, los factores ambientales y genéticos tienen gran relación con el desarrollo de la enfermedad, existiendo desencadenantes como las infecciones, el estrés y la exposición a ciertas toxinas que aceleran la aparición de la sintomatología.
Fisiopatología de la artritis reumatoide
La causa subyacente de la AR no está clara, pero se cree que es un trastorno autoinmune provocado por una respuesta inmunitaria anormal.
En las personas con artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca por error al propio tejido del organismo, lo que provoca inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones.
La inflamación causada puede dañar el cartílago, los huesos y los tendones que rodean las articulaciones. Con el tiempo, esto puede provocar deformidad e impotencia funcional.
Factores de riesgo de la artritis reumatoide
No se puede establecer una causa concreta de por qué unas personas tienen un riesgo más elevado de padecer AR, pero hay factores que influyen como:
- Sexo: Tienen mayor predisposición a sufrir esta enfermedad las mujeres.
- Edad: Suele manifestarse entre los 35 y 50 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
- Antecedentes familiares: Existe un componente genético, por lo que si un familiar padece la enfermedad se tiene mayor una mayor predisposición a desarrollar artritis reumatoide.
- Fumar: Aunque no es un condicionante, puede agravar la enfermedad
- Sobrepeso: Puede deberse a que las células que se encuentran en el tejido graso producen una sustancia que favorece la aparición de la enfermedad.
Síntomas comunes de la artritis reumatoide
El síntoma más común de la AR es el dolor y la rigidez articular. Esto puede ir acompañado de hinchazón y sensibilidad alrededor de las articulaciones.
Otros síntomas comunes de la artritis reumatoide son la fatiga, la fiebre, la pérdida de peso y la anemia.
La AR también puede causar deformidad articular, ya que la hinchazón y la inflamación pueden deformar las articulaciones. Además, también puede causar inestabilidad articular, dificultando el movimiento de las articulaciones.
Existen periodos en los que la enfermedad está más activa, comúnmente llamados brotes en los que se agrava la clínica.
Además, puede afectar a diferentes zonas, no solo a las articulaciones, como pueden ser los ojos, la piel, pulmones, médula ósea, vasos sanguíneos, riñones, corazón o glándulas salivales.
Beneficios del ejercicio y la fisioterapia para la artritis reumatoide
El ejercicio y la fisioterapia pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la movilidad articular en las personas con artritis reumatoide, ya que fortalece la musculatura, reduce la inflamación y favorece la movilidad articular.
El ejercicio regular y la fisioterapia ayudan a reducir el riesgo de discapacidad, mejorar la calidad de vida y reduce la ingesta de medicamentos.
Con el tratamiento adecuado, combinando ejercicio y fisioterapia, las personas con AR pueden llevar una vida activa y sana.
En Fisio for All adaptamos los tratamientos a cada paciente para conseguir mejores resultados. La artritis reumatoide es una patología dolorosa que repercute negativamente en la calidad de vida del paciente, por lo que es recomendable comenzar cuanto antes a tratarlo, ponte en contacto con nosotros.
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