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Meniscopatía interna y de rodilla 

Las lesiones en la rodilla, específicamente en los meniscos, son una causa frecuente de dolor e inmovilidad tanto en personas jóvenes como en mayores. Los meniscos juegan un papel crucial en el funcionamiento óptimo de la rodilla, y cualquier daño a estas estructuras puede afectar significativamente la calidad de vida. En este artículo, profundizaremos en qué son los meniscos, las causas y tipos de meniscopatía, y el papel que juega la fisioterapia en el tratamiento y la recuperación de la meniscopatia interna y de rodilla.

¿Qué son los meniscos?

Los meniscos son dos discos de cartílago en forma de media luna situados en la articulación de la rodilla, entre el fémur (hueso del muslo) y la tibia (hueso de la pierna). Cada rodilla tiene dos meniscos:

  • Menisco medial (interno): Está ubicado en la parte interna de la rodilla y tiene menos movilidad que el menisco lateral, lo que lo hace más susceptible a lesiones.
  • Menisco lateral (externo): Está situado en la parte externa de la rodilla y es más móvil, pero también puede lesionarse debido a fuerzas externas o movimientos bruscos.

Los meniscos tienen tres funciones principales:

  1. Absorber impactos: Actúan como amortiguadores durante el movimiento, absorbiendo la fuerza y distribuyendo el peso a través de la rodilla.
  2. Estabilizar la articulación: Mejoran la congruencia entre el fémur y la tibia, ayudando a estabilizar la rodilla durante actividades como caminar, correr o saltar.
  3. Reducir la fricción: Protegen el cartílago articular evitando que el fémur y la tibia rocen directamente entre sí.

Lesión de meniscos: Tratamiento con fisioterapia

Una lesión en los meniscos, conocida como meniscopatía, puede tener diversas causas y varía en severidad. Las lesiones pueden ser agudas, debido a un traumatismo o una torsión repentina, o degenerativas, como resultado del desgaste natural del cartílago a lo largo del tiempo. La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el tratamiento de las lesiones meniscales, ayudando a restaurar la movilidad y fortalecer los músculos que rodean la rodilla para mejorar la estabilidad y prevenir futuras lesiones.

El tratamiento fisioterapéutico de una meniscopatía se centra en la reducción del dolor, la mejora del rango de movimiento y el fortalecimiento muscular. Además, la fisioterapia ayuda a evitar el desarrollo de complicaciones como la rigidez o la debilidad en la rodilla afectada.

Causas de la meniscopatia

Existen diversas causas para las lesiones de menisco, que pueden variar según la edad, el nivel de actividad y otros factores. Las causas de las meniscopatías se dividen en dos grandes grupos: traumáticas y degenerativas.

Causas de la meniscopatía interna y de rodilla

Causas de la rotura de menisco

Las roturas de menisco pueden ocurrir debido a una variedad de razones, siendo las más comunes las siguientes:

  • Movimientos bruscos: Movimientos repentinos, especialmente aquellos que implican torsiones o cambios rápidos de dirección, pueden causar una rotura del menisco. Este tipo de lesiones es común en deportes como el fútbol, el baloncesto y el tenis.
  • Traumatismos directos: Un golpe directo a la rodilla, como una caída o un choque durante la práctica deportiva, puede provocar una lesión en los meniscos.
  • Desgaste por envejecimiento: Con el paso del tiempo, los meniscos tienden a perder su elasticidad y capacidad de amortiguación. Este desgaste puede provocar roturas incluso sin la presencia de un traumatismo evidente.

Meniscopatía traumática

La meniscopatía traumática es causada por una fuerza externa o un movimiento repentino de la rodilla. Este tipo de lesión es común en personas jóvenes y deportistas que practican deportes de alto impacto. Un ejemplo típico es un giro repentino con el pie fijo en el suelo, lo que genera una torsión en la rodilla y provoca una rotura en el menisco. La meniscopatía traumática puede ocurrir en combinación con otras lesiones, como las roturas de ligamento cruzado anterior (LCA), lo que complica aún más el tratamiento.

Los síntomas de una meniscopatía traumática incluyen dolor intenso en la rodilla, inflamación, incapacidad para mover la rodilla con normalidad y una sensación de bloqueo o inestabilidad. El tratamiento fisioterapéutico para este tipo de meniscopatía se centra en la reducción del dolor y la inflamación, seguido de la restauración de la movilidad y la fuerza muscular a través de ejercicios específicos.

¿Qué es la meniscopatía degenerativa?

La meniscopatía degenerativa es el resultado del desgaste gradual de los meniscos debido al envejecimiento y al uso repetido de la articulación. A medida que los meniscos pierden su capacidad de amortiguar los impactos, se vuelven más propensos a sufrir roturas. Esta condición es común en personas mayores de 40 años y está relacionada con el desarrollo de osteoartritis en la rodilla.

A diferencia de la meniscopatía traumática, que suele ocurrir de manera súbita, la meniscopatía degenerativa se desarrolla gradualmente. Las personas con meniscopatía degenerativa suelen experimentar un dolor constante en la rodilla, que empeora con actividades físicas prolongadas o después de periodos de inactividad prolongada, como estar sentado o durmiendo.

Tipos de Meniscopatía

Las meniscopatías pueden clasificarse según la localización de la lesión en la rodilla:

Meniscopatía medial o Meniscopatía interna y de rodilla

La meniscopatía interna y de rodilla o meniscopatía medial afecta al menisco medial, que se encuentra en la parte interna de la rodilla. Este tipo de meniscopatía es la más común debido a que el menisco medial está menos protegido y es más vulnerable a las fuerzas de compresión y torsión. Las personas con este tipo de lesión suelen experimentar dolor en la parte interna de la rodilla, que empeora con actividades como caminar, correr o subir escaleras.

Meniscopatía lateral o Meniscopatía externa

La meniscopatía externa o meniscopatía lateral afecta al menisco lateral, ubicado en la parte externa de la rodilla. Aunque es menos común que la meniscopatía medial, puede ser igualmente dolorosa e incapacitante. Los pacientes con meniscopatía lateral suelen experimentar dolor en la parte externa de la rodilla y dificultad para realizar movimientos de torsión o cambios bruscos de dirección.

Síntomas de la Meniscopatía

Los síntomas de una meniscopatía pueden variar según el tipo y la gravedad de la lesión. Los signos más comunes incluyen:

  • Dolor en la rodilla: El dolor puede ser localizado en el área interna o externa de la rodilla, dependiendo del menisco afectado. Este dolor suele empeorar con actividades que impliquen flexionar o torcer la rodilla.
  • Inflamación: La rodilla puede inflamarse debido a la acumulación de líquido en la articulación.
  • Sensación de bloqueo: Algunas personas experimentan una sensación de bloqueo o que la rodilla se «atasca», lo que dificulta la movilidad.
  • Rigidez: Puede haber una pérdida de rango de movimiento en la rodilla afectada, lo que dificulta realizar movimientos como la flexión o extensión completa.
  • Inestabilidad: La rodilla puede sentirse inestable, lo que aumenta el riesgo de caídas o torceduras.
Qué es la meniscopatía interna y de rodilla

Grados de las Meniscopatías

Las meniscopatías se pueden clasificar en grados según la gravedad de la lesión:

  • Grado I: Lesión leve que no involucra una rotura significativa del menisco. Suele haber inflamación y dolor moderado.
  • Grado II: Lesión moderada con una pequeña fisura en el menisco. El dolor es más intenso y puede haber una limitación significativa de la movilidad.
  • Grado III: Lesión grave que incluye una rotura completa o parcial del menisco. En este caso, los síntomas suelen ser más agudos, como bloqueo de la rodilla, dolor intenso y pérdida casi total de la movilidad.

Diagnóstico de la Meniscopatía

El diagnóstico de una meniscopatía comienza con una evaluación clínica detallada. El médico o fisioterapeuta realizará un examen físico, que incluye la observación de los movimientos de la rodilla, la palpación para detectar áreas sensibles y la realización de pruebas específicas como la prueba de McMurray o la prueba de Apley, que están diseñadas para detectar lesiones meniscales.

En casos en los que el diagnóstico clínico no es concluyente o si se sospecha de una lesión más grave, se pueden utilizar pruebas de imagen como:

  • Resonancia magnética (RM): Es la herramienta más precisa para detectar daños en los meniscos y en otras estructuras de la rodilla.
  • Radiografías: Aunque las radiografías no muestran los meniscos directamente, pueden ayudar a descartar otras condiciones, como fracturas o artritis.

Meniscopatía: Tratamiento fisioterapéutico y recuperación

El tratamiento de la meniscopatía interna o externa de rodilla depende de varios factores, como la gravedad de la lesión, la edad del paciente y su nivel de actividad. En la mayoría de los casos, el tratamiento fisioterapéutico es esencial para la recuperación y puede incluir:

  • Ejercicios de fortalecimiento: Se enfocan en mejorar la fuerza muscular alrededor de la rodilla, especialmente en los músculos del cuádriceps y los isquiotibiales, para reducir la carga en la articulación.
  • Movilización de la rodilla: Para mejorar el rango de movimiento y evitar la rigidez.
  • Terapias manuales: Incluyen técnicas de masaje y movilización para reducir el dolor y mejorar la circulación.
  • Terapias de frío y calor: Pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
  • Reeducación de la marcha: Para corregir patrones de movimiento anómalos que puedan haber surgido como resultado de la lesión.

Meniscopatía: Tratamiento en Fisio for All

En Fisio for All, ofrecemos un tratamiento personalizado para cada paciente con meniscopatía interna o externa y de rodilla, adaptado a las necesidades específicas de su condición. Nuestros fisioterapeutas evalúan cada caso de manera individual, utilizando las técnicas más avanzadas y actuales para optimizar la recuperación. Además, diseñamos programas de ejercicios específicos para fortalecer y estabilizar la rodilla, con el objetivo de reducir el dolor y mejorar la funcionalidad.

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FAQs

¿Qué es una meniscopatía interna?

Es una lesión o daño en el menisco medial (interno) de la rodilla, que puede ser resultado de un trauma o degeneración. Se caracteriza por dolor, inflamación y limitación en la movilidad.

¿Qué significa meniscopatía de rodilla?

Se refiere a cualquier afección o lesión de los meniscos en la articulación de la rodilla, que incluye meniscopatías internas (mediales) y externas (laterales), y puede abarcar lesiones traumáticas o degenerativas.

¿Qué son los meniscos internos de la rodilla?

Los meniscos internos, o meniscos mediales, son estructuras de cartílago en forma de media luna que se encuentran en la parte interna de la rodilla, actuando como amortiguadores y estabilizadores entre el fémur y la tibia.

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