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Lesión de ligamento cruzado anterior: qué es y cómo tratarla

La lesión de ligamento cruzado anterior, es relativamente frecuente, estando estrechamente ligada a la práctica de deporte o de actividad física. 

Qué son los Ligamentos Cruzados

Para comprender qué son los ligamentos cruzados, es fundamental entender qué es un ligamento. Pues bien, un ligamento es un conjunto de fibras de colágeno que se unen formando una banda y cumplen una función fundamental para el movimiento de nuestras articulaciones. 

Los ligamentos cruzados llevan a cabo una función imprescindible al impedir que la tibia se extienda por delante del fémur. De esta forma, los ligamentos cruzados son responsables de asegurar la flexibilidad y estabilidad de la rodilla. 

Ligamento cruzado anterior - Lesión y tratamiento fisioterapia

Cada una de nuestras rodillas cuenta con dos ligamentos cruzados: anterior y posterior, que, como su nombre indica, se cruzan entre sí formando una cruz. 

Lesión o rotura de Ligamento Cruzado

Una lesión de ligamento cruzado puede implicar desde un leve desgarro hasta una lesión grave en la que el ligamento queda completamente desgarrado.

Por una parte, el ligamento cruzado anterior es uno de los ligamentos que más comúnmente se lesionan. Los movimientos bruscos de torsión – aquellos movimientos en los que las rodillas giran hacia un lado, pero los pies se mantienen quietos en una dirección – son el origen de muchas de las lesiones del ligamento. Deportes como el esquí, el fútbol o el baloncesto, presentan un riesgo alto de ocasionar lesiones en el ligamento cruzado anterior. 

Por otra parte, la lesión del ligamento cruzado posterior también es habitual. Sin embargo, a diferencia de la lesión del ligamento cruzado anterior, suele ser consecuencia de un golpe brusco y directo sobre la zona, como puede ser un accidente de automóvil.

Ligamento cruzado anterior - Lesión y tratamiento fisioterapia

Síntomas de la rotura de Ligamento Cruzado anterior

Los síntomas de la rotura del ligamento varían de una persona a otra. Sin embargo, es frecuente sentir un chasquido o crujido en la rodilla en el momento en el que el ligamento cruzado anterior se lesiona.

A continuación, es normal padecer síntomas como la hinchazón de rodilla o la sensación de inestabilidad. Especialmente, a la hora de realizar movimientos que impliquen un desplazamiento lateral o actividades como correr o saltar. También, es posible tener la sensación de que la rodilla se debilita y nos deja sin apoyo. 

Por lo tanto, podemos incluir entre la lista de síntomas de la lesión del ligamento cruzado anterior:

  • Un chasquido o crujido brusco en la rodilla (que, en ocasiones podemos incluso oír)
  • Dolor profundo que puede impedirnos continuar nuestra actividad normal. Hinchazón de la rodilla. Por lo tanto, el dolor vendrá acompañado de inflamación tras el paso de 24 horas desde la lesión del ligamento cruzado anterior
  • Pérdida de la capacidad de realizar el rango completo de movimientos 
  • Dolor cuando se presiona la zona articular
  • Molestia cuando se camina

Ligamento cruzado anterior - Lesión y tratamiento fisioterapia

Causas de la roturA DE LIGAMENTO

La rotura del ligamento cruzado anterior está estrechamente relacionada con la realización de deportes y actividades físicas. A pesar de ello, puede estar causada por cualquier tipo de agente que estire el ligamento cruzado anterior con una fuerza mayor a su resistencia. 

  • Traumatismos directos: en este bloque, podemos incluir a todos aquellos impactos y colisiones con objetos de gran dureza, golpes, o caídas que provocan que el ligamento cruzado anterior se lesione. En algunas ocasiones, el traumatismo derivado de esta contusión directa, llega a afectar a otras estructuras de la pierna o al ligamento cruzado posterior. 
  • Lesión indirecta del ligamento: en este caso, la lesión ocurre porque nuestra rodilla gira hacia un lado mientras nuestro pie se encuentra fijado en el suelo. Puede ser como resultado de un salto tras el cual nuestros pies continúan clavados en el suelo. 

Además, la lesión de ligamento cruzado anterior es más probable que ocurra a medida que avanza la edad, puesto que estos ligamentos se debilitan con el paso de los años. 

Tratamiento de la rotura de Ligamento Cruzado Anterior (quirúgico y conservador) y recuperación de la lesión

Aunque la inflamación y el dolor pueden ir remitiendo a medida que pasa el tiempo, la lesión del ligamento cruzado anterior puede conllevar una sensación de inestabilidad en la rodilla que no remite. 

La finalidad del tratamiento de la lesión del ligamento cruzado anterior cumple dos objetivos. Por una parte, volver a contar con la función articular normal de la rodilla. Por otra, impedir que se desarrollen enfermedades degenerativas en las articulaciones a largo plazo, especialmente la artrosis de rodilla. 

  • Tratamiento conservador: evita tener que recurrir a la cirugía. A pesar de que, nuevamente es un profesional el que debe valorar el tratamiento más adecuado, es posible que un tratamiento conservador sea adecuado para personas mayores. También para personas que no llevan a cabo actividades deportivas intensas o que no tienen un nivel elevado de actividad física. 
  • Tratamiento quirúrgico: al contrario que la opción conservadora, la cirugía puede resultar indicada para personas jóvenes, deportistas o con una actividad física elevada que conlleve la realización de movimientos como saltos o giros laterales con la rodilla. 

Rehabilitación tras la lesión del Ligamento Cruzado Anterior

El tratamiento quirúrgico conlleva la realización de una actividad rehabilitadora antes y después de la cirugía. De esta forma, es posible asegurar la recuperación de la función articular normal de la rodilla y de su estabilidad. 

Tratamiento de fisioterapia a indicar por el equipo médico.

Ligamento cruzado anterior - Lesión y tratamiento fisioterapia

Prevención de la Lesión

La lesión del ligamento cruzado anterior afecta especialmente a deportistas, por lo que su prevención resulta crucial para evitarla. A pesar de ello, puede ser difícil de evitar debido a los mecanismos que están involucrados en dicha lesión. 

Sin embargo, es posible tener en cuenta ciertas pautas a la hora de realizar un entrenamiento. Entre ellas, destacan: 

  • No forzar nuestro cuerpo y dedicar un periodo de descanso entre entrenamientos, así como durante el propio entrenamiento
  • Calentar y estirar antes y después de entrenar respectivamente
  • Incrementar la intensidad del entrenamiento de forma progresiva y evitar hacerlo cuando existe fatiga

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