La recuperación de la actividad habitual, después de someterse a una intervención quirúrgica, es de vital importancia para el paciente.
Lo habitual, después de una intervención, es realizar un procedimiento de rehabilitación que contribuya al éxito de todo el proceso. Es especialmente relevante el inicio precoz del tratamiento, tras la intervención.
¿Qué es la rehabilitación?
Podemos definir la rehabilitación como la aplicación de una serie de técnicas encaminadas al restablecimiento de la función que se ha visto aminorada o perdida debido a la lesión.
¿Cuáles son los objetivos de la rehabilitación?
El objetivo principal es contribuir a que la restricción funcional o deficiencia que padece el paciente sea restablecida o, en su caso, mejorada.
La rehabilitación persigue la consecución de los objetivos siguientes:
- Mediante la aplicación de las técnicas correspondientes, pretende rebajar la inflamación y aminorar el dolor.
- De igual modo, uno de los objetivos para alcanzar la recuperación total del paciente es que este recobre la movilidad de la zona afectada.
- A través del proceso de rehabilitación, ayuda al paciente a recuperar la fuerza y volumen muscular.
- Evitar adherencias entre los tejidos, originados por cicatrices, que provocan en el paciente picor e hipersensibilidad local, entre otros.
¿Por qué debería seguir una rehabilitación después de una cirugía?
Aunque es común la creencia de que únicamente es necesaria tras una inmovilización, lo cierto es que la rehabilitación está indicada siempre.
El proceso de rehabilitación permitirá al paciente aliviar el dolor, rebajar la inflamación, contribuyendo a activar y mejorar la potencia, así como a optimizar su coordinación y, en su caso, recobrar la capacidad articular.
¿Qué ocurre si no se realiza una rehabilitación postquirúrgica?
Las consecuencias pueden ser diversas, desde el agravamiento de la lesión, a la más habitual, que consiste en no recuperar la función que se había perdido y que llevó a la realización de la cirugía. También es común que la aparición de alteraciones en relación a los tejidos blandos, como fibrosis o procesos de cicatrización que generen dolor o restricciones de movimiento.
El fisioterapeuta será el encargado de vigilar el proceso de recuperación de todas las estructuras afectadas, derivando al paciente de forma precoz siempre que exista algún problema durante el proceso y orientando hacia actividades que le permitan una pronta recuperación.
¿Cuál es la duración de una rehabilitación postquirúrgica?
Es muy variable, ya que intervienen numerosos factores que condicionan la duración de la recuperación, si bien, no suele superar los 6 meses, siendo el promedio de unos 3.
Entre los aspectos que determinan esta duración están la patología, el propio paciente y su edad, el tratamiento a aplicar en el proceso de rehabilitación y la implicación que tenga durante el proceso.
¿Qué actividades no son recomendables realizar después de una cirugía?
Todas aquellas que favorezcan la apertura de la herida. Entre estas están elevar o coger objetos pesados, realizar actividades que impliquen un gran esfuerzo físico o practicar deportes en el primer mes posterior a la intervención quirúrgica.
¿Cuántas fases incluye la rehabilitación postquirúrgica?
El procedimiento de rehabilitación consta de 5 fases, que contribuyen a la recuperación de la normalidad de la zona lesionada.
- Durante la primera fase, el proceso se centra, entre otros, en la disminución del edema e hinchazones y en la curación de cicatrices.
- Es en la segunda fase cuando aumenta el rango de movilidad, eliminando adherencias que dificultan e impiden el movimiento.
- En la tercera fase, se integra la parte que está siendo objeto del procedimiento de rehabilitación, en los movimientos corporales.
- Durante la cuarta fase, se busca potenciar poco a poco la fuerza y trabajar el equilibrio.
- Por último, en la fase final, la rehabilitación pretende un control de la integración y, en el caso de la fuerza, aumentarla.
También podría interesarte: