El ser humano posee en su anatomía centenares de músculos que posibilitan la movilidad. Su principal tarea consiste en permitir esta función, mediante la contracción y la posterior relajación de estos. Para minimizar el riesgo de posibles afecciones y patologías asociadas a la musculatura, como la fibrosis muscular, es imprescindible cuidarla.
¿Qué es la fibrosis muscular?
La fibrosis o granuloma muscular es una patología asociada al sistema músculo-esquelético. Consiste en el reemplazo del tejido muscular por uno de características fibrosas. Este proceso se origina, como consecuencia de una ruptura en las fibras musculares tras una lesión en la musculatura.
¿Por qué se produce?
La gran mayoría de los tejidos presentes en el cuerpo humano poseen habilidad regenerativa después de haber padecido una lesión. En ocasiones, el tejido muscular no es capaz de regenerarse correctamente. Como consecuencia a esta incapacidad regenerativa, el tejido es reemplazado por tejido conjuntivo, lo que puede desencadenar la patología conocida como fibrosis muscular.
Las actividades repetitivas y excesivas, que conllevan un sobreesfuerzo del músculo, suelen ser una de las causas que originan más lesiones en la fibra muscular. Aunque puede ocurrirle a cualquier persona, suele ser una afección más frecuente en deportistas. También es posible que se produzca por una indebida cicatrización después de haberse sometido a una operación quirúrgica.
¿Cuál es la sintomatología de la fibrosis muscular?
Los síntomas que habitualmente acompañan a esta patología son, entre otros, un dolor intenso en el área muscular afectada, acompañado de la restricción de la movilidad en relación al músculo.
¿En qué músculos es más frecuente?
Si bien es una afección que puede ocurrir en cualquier músculo, es más frecuente su aparición en músculos largos que desarrollan una gran fuerza y se ven sometidos a grandes estiramientos durante la actividad física, algunos ejemplos pueden ser cuádriceps o gemelos.
¿Qué técnicas pueden aplicarse en fibrosis muscular?
Para el tratamiento de los pacientes con esta patología, existen diversas técnicas que brindan resultados beneficiosos.
- Terapia manual: Las técnicas de terapia manual son, por encima de cualquier otra, la herramienta principal para el tratamiento y resolución de procesos fibróticos.
Existen algunos agentes físicos, que, en algunos casos, puede utilizar el fisioterapeuta como complemento al tratamiento y que describimos a continuación:
- Ondas de choque: Esta técnica se basa en la administración de señales acústicas cargadas de energía en las zonas afectadas por la lesión muscular. Esta potencia incentiva el proceso regenerativo del tejido muscular. Las ondas de choque calman las molestias de los pacientes afectados por la fibrosis.
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