La fractura de cadera consiste en un desgaste y quebramiento en los huesos de la cadera, específicamente en la unión del fémur y la pelvis. Es una de las afecciones más frecuentes, en especial en personas ancianas. Conlleva el correspondiente ingreso hospitalario del paciente, para ser tratado en las unidades traumatológicas del hospital.
¿Cuál es su sintomatología de la fractura de cadera?
La fractura de cadera conlleva una serie de síntomas asociados a la misma, principalmente el dolor agudo en esta, o en la pelvis, que complica o impide la movilidad para realizar la acción de caminar. Es imprescindible que un médico realice un exhaustivo examen físico, así como radiografías, para poder verificar la posible fractura.
Después de la cirugía, ¿qué puedo hacer?
En ningún caso intente caminar si el médico no se lo ha recomendado, debe ser él quien determine cuándo debe hacerlo. Ahora bien, si éste le ha dado su visto bueno, inténtelo, aunque experimente dolor al principio. Puede ayudarse de un bastón o muleta como sostén, o bien, un andador.
5 prácticas saludables ante una fractura de cadera
A modo de guía para contribuir en la recuperación, puede realizar los ejercicios que se exponen a continuación, recordando en todo momento que son orientativos.
CAMINAR
Suele ser una actividad que, generalmente, se puede realizar pasadas 48 horas de la cirugía, salvo contraindicación médica.
Dependiendo del paciente y su caso, la marcha se realizará ayudándose de muletas o andador.
- La marcha con muletas puede realizarse siguiendo el esquema siguiente:
- En primer lugar, el paciente debe adelantar ambas muletas.
- Sin cargar demasiado peso sobre ella, adelante la pierna operada.
- Finalmente, repita la operación anterior con la otra pierna.
- La marcha con andador requiere el siguiente proceso:
- En primer lugar, sujetándolo con firmeza, coja el andador y adelántelo unos pasos delante suyo.
- Evitando cargar un peso excesivo sobre ella, eche la pierna operada.
- Repita la operación echando la pierna sana.
SENTARSE Y LEVANTARSE
Procedimiento para sentarse:
- Valiéndose de las muletas, bastón o andador, diríjase hacia la silla y colóquese de espaldas a esta.
- Antes de sentarse y mientras está de espaldas a la silla, cerciórese de que las pantorrillas tocan su asiento.
- Una vez ha comprobado esto, puede comenzar a sentarse. Para ello, suelte el apoyo del bastón o el andador, apoyando de una en una sus manos sobre el reposabrazos de la silla.
- Eche la pierna operada hacia delante sin realizar la flexión de rodilla.
- A continuación, puede inclinarse hacia la parte delantera, valiéndose de sus manos y de la pierna sana para echar sobre estas el peso del cuerpo. Pare cuando toque con las nalgas el asiento.
- Finalmente, acomódese en la silla.
Procedimiento para levantarse:
- Con el fin de no doblar la cadera, mantenga estirada hacia el frente la pierna operada.
- A continuación, apoye los brazos sobre el reposabrazos de la silla y, echando el peso en la otra pierna y manos, intente inclinarse hacia el frente.
- Por último, una vez se ha incorporado, tome su andador o muleta para ayudarse al caminar.
SUBIR Y BAJAR ESCALERAS
Esta actividad requiere, por parte del paciente, de una adecuada resistencia y flexibilidad. Es totalmente normal que, al comenzar el ejercicio, precise de la ayuda de la barandilla de la escalera como apoyo, subiendo los peldaños individualmente.
Procedimiento para subir escalones:
- Sitúe en primer lugar la pierna sana
- A continuación, repita esta operación con la otra pierna.
- Finalmente, coloque la muleta.
Procedimiento para bajar escaleras:
- Para comenzar, coloque la muleta o bastón en el peldaño inferior.
- Una vez haya acomodado el apoyo, sitúe la pierna operada en dicho peldaño.
- Finalmente, repita la operación anterior con la otra pierna.
EJERCICIOS PARA EL RESTABLECIMIENTO DE LA FUERZA tras la fractura de cadera
Su finalidad es la recuperación de la potencia y fuerza en la pierna operada.
Su frecuencia de realización es de 15 repeticiones por sesión, recomendándose unas tres diarias.
- Movimientos de flexo-extensión en el tobillo:
Estos ejercicios se basan en la movilidad del pie de arriba abajo, siguiendo un ritmo o regularidad. Para ello, se contraen los músculos de la pierna, lo que contribuye a la recuperación de la resistencia de la pierna operada.
¿Qué se intenta conseguir con este ejercicio? Esta actividad pretende ayudar a reducir el edema de la pierna operada.
- Ejercicios de glúteos:
Deben realizarse en posición sentada o, en su defecto, tumbado hacia arriba, manteniendo las piernas ligeramente flexionadas. Los pies deben permanecer acomodados sobre la cama y la cadera tampoco se deben flexionar.
El procedimiento es simple: Durante 5 segundos el paciente deberá apretar los glúteos, utilizando otros 5 para relajarlos.
EJERCICIOS PARA AUMENTAR LA FUERZA DE PIE
- Manteniéndose incorporado sobre la pierna sana, eleve lentamente la operada en posición lateral. Es importante controlar ese movimiento, asegurándose de que no se mueve más que la pierna operada. Su frecuencia de repetición es desde 5 a 20.
- Atrasar la pierna operada con respecto a la sana, en posición recta. Igual que en el ejercicio anterior, se debe insistir en que este ejercicio se realice lentamente, asegurando la movilidad única de dicha pierna. Su frecuencia es igual que la anterior.
- Eleve la pierna operada hacia el frente, manteniéndose de pie sobre la sana. El movimiento también debe ser lento, evitando oscilaciones.
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