El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que se encuentran en la base de la pelvis y que cumplen una importante función en nuestro cuerpo, ya que son responsables de sostener los órganos pélvicos y controlar las funciones urinarias y sexuales. Sin embargo, debido a diversos factores como el embarazo, el parto, la edad o la menopausia, entre otros, estas estructuras pueden debilitarse y producir diferentes patologías de suelo pélvico: como la incontinencia urinaria, el prolapso genital o la disfunción sexual.
En este post exploraremos en detalle estas patologías, sus síntomas, causas y tratamientos posibles para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico consiste en una estructura formada por un grupo de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior.
Soportan la totalidad de los órganos pélvicos, garantizando su correcto funcionamiento.
5 patologías más comunes del suelo pélvico
- Dolor pélvico crónico: Se trata de la dolencia, continua o periódica, que experimenta el paciente en estructuras asociadas a la pelvis. Se da en hombres y mujeres en un largo periodo temporal.
Esta afección produce en los pacientes unos efectos perjudiciales en niveles tanto emocionales como sexuales, abarcando además consecuencias cognitivas desfavorables y afectando la vida diaria del paciente por alteraciones en su conducta.
El proceso de rehabilitación que deben seguir los pacientes, durante la fisioterapia para esta dolencia, está basado en una anamnesis precisa. Esta deberá contener una sucesión pormenorizada del comienzo y la graduación de los síntomas, origen de dolor experimentado, aspectos que contribuyen a su empeoramiento o mejoría, así como la sintomatología experimentada.
Es preciso, posteriormente, llevar a cabo una exploración física para valorar las estructuras afectadas.
¿Cuáles son las técnicas fisioterapéuticas empleadas para su rehabilitación?
Algunas de las técnicas de fisioterapia empleadas para la rehabilitación de patologías del suelo pélvico son las siguientes:
- La terapia manual, aplicando las técnicas adecuadas en cada caso.
- Proceder mediante un tratamiento instrumental, empleando para ello la radiofrecuencia, entre otras.
- Con el fin de manejar el dolor, y buscando el beneficio correspondiente en el paciente, aplicar terapia conductual para el control y educación de la dolencia.
- Por último, es conveniente la práctica de ejercicios de carácter terapéutico. Entre otros, trabajando el entrenamiento funcional, en los conocidos como ejercicios abdominopélvicos.
¿Qué alteraciones causan dolor pélvico?
Los pacientes pueden experimentar dolor en el suelo pélvico al padecer algunas disfunciones concretas, como disfunciones urológicas, el síndrome del dolor vesical; ginecológicas, como la endometriosis; sexuales, en el caso del vaginismo o gastrointestinales, como el colon irritable.
Durante el embarazo y postparto, pueden producirse patologías de diversa índole asociadas al suelo pélvico.
- Dolor púbico: La pubalgia consiste en una dolencia localizada en la articulación de la sínfisis púbica, como consecuencia de la presión soportada en el momento en el que el bebé adopta la posición en la pelvis, para dirigirse al canal del parto.
Para contrarrestarlo, se pueden poner en práctica una serie de técnicas o ejercicios destinadas a mejorar la estabilidad de la pelvis. Entre ellos están el cinturón pélvico, o aquellos orientados a fortalecer la musculatura.
- Diastasis: Esta patología consiste en una separación pronunciada de los bordes mediales de los rectos abdominales.
Usualmente, esta se asocia a variaciones excesivas de peso, especialmente durante la gestación. Durante el embarazo, el bebé va formándose y creciendo en el vientre. Conforme se desarrolla, los tejidos de la pared anterior abdominal soportan impulsos de estiramiento, que favorecen la aparición de esta patología. Esta es una afección muy común en hombres que pueden beneficiarse del tratamiento de fisioterapia que produce grandes beneficios en la calidad de vida de los pacientes.
Son varias las disfunciones y problemas derivadas de la diástasis. La más evidente es un empeoramiento de la calidad de vida de la paciente, afectando a la capacidad muscular y originando diversas afecciones gastrointestinales.
Actualmente, existe un elevado porcentaje de personas que durante las relaciones sexuales experimentan algún tipo de dolencia. Dependiendo de la causa que origine esta, se abordará el caso de un modo distinto para aplicar uno u otro tratamiento y que el resultado sea exitoso.
Disfunciones sexuales
Las disfunciones sexuales más comunes y que pueden recibir tratamiento fisioterápico son:
- Vaginismo: Se trata de una afección que impide la introducción de cualquier elemento en el interior de la vagina, de forma persistente o tras un aparente período de recuperación. Esta disfunción no está siempre determinada por la presencia de dolor.
Es común que, este bloqueo de la musculatura sea asociado a condicionantes previos como factores conductuales, como la educación sexual; traumas o depresión.
- Hipertonía de los músculos de suelo pélvico: Consiste en un aumento excesivo del tono muscular del suelo pélvico. Este no es capaz de alcanzar un estado de relajación voluntaria y se asocia, en numerosas ocasiones, a contracturas en zonas como los glúteos o zona lumbopélvica.
- Prolapsos: Esta disfunción pélvica consiste en la variación de la ubicación de los órganos pélvicos, descendiendo estos desde su posición inicial hacia el canal vaginal.
Se trata de una patología más común en mujeres debido a la estructura de la pelvis y si han dado a luz, ya que la pelvis debe ensancharse durante el parto para permitir la salida del bebe. Por tanto, es frecuente que afecte a las estructuras existentes a su paso, derivando en posibles lesiones y descenso de órganos.
Los prolapsos pueden clasificarse, en función del órgano pélvico que haya descendido, en diversos tipos, entre los cuales están el cistocele, que consiste en un descenso de la vejiga y la uretra; el prolapso de la cúpula vaginal, que se produce cuando desciende la cúpula vaginal después de una histerectomía; el rectocele, consecuencia de un descenso de la pared anterior del recto, entre otras.
Finalmente, para contribuir al fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico, es de gran utilidad la práctica de diferentes técnicas fisioterápicas.
Técnicas de fisioterapia para patologías de suelo pélvico
Entre ellas, están:
- Diatermia: Se trata de un procedimiento que contribuye a la mejora de la calidad de los tejidos corporales, asegurando que estos sean capaces de realizar sus funciones correspondientes de la manera adecuada.
El tratamiento que ofrece el fisioterapeuta permitirá al paciente corregir la postura, controlar posibles presiones o impulsar la musculatura conveniente.
- Biofeedback: También conocido como biorretroalimentación, el biofeedback cuenta con utilidades diferentes, si bien, en el suelo pélvico se pueden colocar los electrodos de superficie e intracavitarios. Estos serán los que capten la actividad eléctrica de la musculatura pélvica. El objetivo es que el paciente sea capaz de visualizar la contracción muscular que está realizando para, de este modo, tener un control sobre esta y ser capaz de modificarla libremente.
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