La escoliosis es una afección que sufren millones de personas en todo el mundo.
Se trata de una condición que implica más que una simple curvatura de la columna, afectando significativamente a la calidad de vida de las personas que la padecen.
En este sentido, resulta clave comprender la importancia de una prevención y diagnóstico temprano, proporcionando un tratamiento eficaz para el paciente.
¿Qué es la escoliosis?
Al hablar de escoliosis nos estamos refiriendo a la condición médica que implica una curvatura lateral anormal de la columna vertebral.
Se trata de una desviación que afecta tanto a la estructura como a la función del sistema esquelético. Esto genera una postura asimétrica, desencadenando desequilibrios musculares.
La escoliosis puede manifestarse en diferentes niveles de gravedad, pudiendo ser adquirida a lo largo de la vida, congénita o por causas desconocidas.
Tipos de escoliosis
Atendiendo a su origen y características, diferenciamos entre diferentes tipos. Entre los más frecuentes, están:
- Escoliosis idiopática: Se trata del tipo de escoliosis más común, desconociéndose las causas que la motivan. Dependiendo de la etapa vital en la que se desarrolle, puede subclasificarse en idiopática del adolescente o infantil.
- Escoliosis congénita: Se origina por un problema en el desarrollo de las vértebras previamente al nacimiento.
- Escoliosis neuromuscular: De carácter más progresivo, la neuromuscular se asocia a afecciones musculares, como la espina bífida o la parálisis cerebral.
- Escoliosis degenerativa: Este tipo de escoliosis se asocia al envejecimiento y al desgaste natural de la columna. Frecuentemente, se da en adultos mayores y también se origina por afecciones degenerativas, como la artritis.
- Escoliosis secundaria: Se trata de una condición que puede desarrollarse tras sufrir una lesión o someterse a una intervención de cirugía. Además, también se asocia a algunas enfermedades, como puede ser el caso de tumores.
Síntomas de la escoliosis
Los síntomas pueden variar en base a su gravedad y a la causa subyacente. Algunos de los más frecuentes, son:
- Curvatura de la columna vertebral: Es posible que la columna presente una curvatura lateral anormal, generando una desigualdad apreciable en la apariencia de los hombros, las caderas o la cintura.
- Asimetría en la altura de los hombros: Uno de los síntomas que pueden observarse en una persona con escoliosis es una desigualdad en la altura de los hombros, dando la impresión de que uno está más alto que el otro.
- Atención a la cintura: Es posible que se aprecie una prominencia en un lado de las caderas o de la cintura, observándose cierta asimetría.
- Observa la postura: Al poseer una curvatura en la columna, es posible que las personas con escoliosis tiendan a adoptar posturas encorvadas.
- Desalineación de la cabeza con respecto al cuerpo
- Dolor de espalda: Algunas personas pueden experimentar molestias o dolor en determinadas zonas de la espalda afectadas por la curvatura.
Finalmente, conviene recordar que no todas las personas que padecen escoliosis presentan síntomas, diagnosticándose esta condición durante exámenes o evaluaciones médicas.
Fisioterapia para el tratamiento de la escoliosis
A pesar de que el principal tratamiento para la escoliosis es el ortopédico, la fisioterapia ofrece un tratamiento enfocado en mejorar la alineación y fortalecer los músculos de la columna vertebral.
A continuación, os contamos algunas de estas técnicas para el tratamiento de la escoliosis:
- Ejercicios terapéuticos:
Se trata de actividades diseñadas para el fortalecimiento de aquellos músculos más débiles. También estimulan el estiramiento de los más tensos, proporcionando soluciones efectivas para mejorar la postura y alinear la columna vertebral.
- Terapia manual:
Con el objetivo de aliviar la tensión muscular, los fisioterapeutas pueden aplicar masajes, movilizaciones u otras técnicas manuales. Estas acciones estimulan la movilidad de la columna vertebral, además de promover una postura adecuada.
- Ejercicios de Klapp:
Esta técnica se centra en ejercicios específicos, buscando fortalecer y equilibrar los músculos de la columna vertebral y de las extremidades. Dichas actividades se pueden realizar en posiciones diferentes, bien sea de pie, boca arriba o boca abajo. Es importante enfocar estos ejercicios en movimientos suaves y controlados.
El método de Klapp tiene como objetivo más importante mejorar la alineación de la columna vertebral y corregir su curvatura.
- Estiramiento global (RPG):
Un tratamiento para la escoliosis efectivo y progresivo. Se basa en un programa terapéutico de ejercicios de estiramiento, que implican diferentes posturas. Tiene un carácter global y ha de realizarse de forma suave.
Algunas actividades deportivas que incentivan el estiramiento muscular pueden resultar favorables para el tratamiento de la escoliosis. Entre estas actividades deportivas está la natación. Si bien, tenemos que hacer un inciso.
La natación, en sus modalidades de espalda y crol, aporta beneficios para el paciente. Si bien, los ejercicios de natación en braza o mariposa no están indicados para estas personas por su condición de escoliosis.
Esperamos que este post te haya sido útil para conocer más sobre la escoliosis, los síntomas que pueden manifestar sus pacientes, así como los diferentes tipos de escoliosis y su tratamiento.
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