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TRATAMIENTO FISIOTERAPIA TOBILLO Y PIE

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Fascitis plantar

La fascitis plantar es una afección dolorosa que afecta a la planta del pie, específicamente la fascia plantar, un tejido fibroso que conecta el talón con los dedos y proporciona soporte al arco del pie.

Esta condición se caracteriza por dolor por inflamación o irritación de la fascia plantar, el dolor suele ser agudo o punzante en el talón o en la parte inferior del pie, especialmente al dar los primeros pasos por la mañana o después de períodos de inactividad prolongados. Pero también un dolor sordo que molesta al apoyo prolongado.

La fascitis plantar es motivo común de consulta en fisioterapia, y sus causas pueden ser múltiples, es importante descartar la presencia de espolones calcáneos y valorar el estado general del pie, luego de eso el tratamiento conservador por referencia es la fisioterapia.

La fascitis plantar puede ser desencadenada por una variedad de factores, que incluyen la sobrecarga o tensión repetitiva del pie debido a actividades como correr, caminar largas distancias o permanecer de pie durante períodos prolongados.

El uso de calzado inadecuado que no brinda un soporte adecuado al arco del pie o la anatomía del pie, como tener un pie plano o un arco elevado, también puede contribuir a su desarrollo. Además, el sobrepeso u obesidad ejerce una presión adicional en la fascia plantar, aumentando el riesgo de inflamación.

Los cambios repentinos en la actividad física o incluso en nuestras actividades del día a dia, los factores biomecánicos y el proceso natural de envejecimiento también pueden desempeñar un papel en esta afección.

Los síntomas principales de la fascitis plantar suelen incluir dolor en el talón o en la parte inferior del pie, cerca del área donde la fascia plantar se une al hueso del talón (calcáneo).

Este dolor puede ser especialmente intenso al dar los primeros pasos por la mañana o después de períodos de descanso prolongados. Además, el dolor puede aumentar después de actividades que implican poner peso sobre el pie, como caminar, correr o estar de pie durante mucho tiempo. La zona afectada puede estar sensible al tacto, especialmente en el punto donde la fascia plantar se inserta en el talón.

La rigidez en el pie después de periodos de inactividad y la dificultad para caminar normalmente debido al dolor también son síntomas comunes. Aunque en algunos casos puede haber hinchazón leve en el área afectada, esto no siempre está presente. En ocasiones el dolor también se siente en el arco interno del pie.

La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la fascitis plantar al ofrecer una variedad de beneficios terapéuticos. Los fisioterapeutas emplean técnicas como la terapia manual, la aplicación de hielo, la electroterapia y el ultrasonido para aliviar el dolor y reducir la inflamación en el área afectada. Además, enseñan al paciente a hacer ejercicios en casa para suavizar el dolor y flexibilizar la fascia plantar. Los programas de ejercicios van orientados a relajar y estirar la musculatura de la pierna y el pie para promover una mejor biomecánica del pie y reducir la tensión en la fascia plantar.

También se centran en revisar los apoyos y la marcha para corregir desequilibrios biomecánicos y proporcionan educación sobre técnicas de autocuidado y prevención para evitar la recurrencia de la condición en el futuro. En conjunto, estos enfoques terapéuticos ayudan a aliviar el dolor, mejorar la función y prevenir futuros episodios de fascitis plantar. Es esencial seguir el plan de tratamiento prescrito por el fisioterapeuta para obtener los mejores resultados y evitar complicaciones a largo plazo.

Fascitis plantar

Tratamientos para problemas de tobillo y pie

El pie y el tobillo son partes importantes del sistema musculoesquelético humano que nos permiten mover, equilibrarnos y sostenernos mientras estamos de pie y en movimiento. El pie consta de una compleja estructura de huesos, articulaciones, músculos, tendones y ligamentos que actúan en conjunto para proporcionar estabilidad y movilidad. El tobillo, por otro lado, es la articulación que une la pierna con el pie y permite movimientos de flexión y extensión, así como movimientos de inclinación hacia los lados.

Al tobillo se le conoce también como la articulación tibiotarsiana o la articulación del tobillo. Esta articulación es crucial para la estabilidad y el movimiento del pie, permitiendo la flexión y la extensión del pie hacia arriba y hacia abajo, así como la inclinación hacia los lados.

La parte lateral del pie se conoce como el borde lateral del pie o el lado externo del pie. Esta área incluye las estructuras anatómicas como el quinto metatarsiano (el hueso del dedo meñique), el quinto dedo del pie y los músculos, tendones y ligamentos que se extienden a lo largo de esta región del pie.

El pie se compone de tres partes principales: el tarso, el metatarso y los dedos del pie. El tarso es la parte posterior y media del pie, que contiene siete huesos tarsianos que forman el arco del pie.

El metatarso es la parte media del pie que conecta el tarso con los dedos del pie y consta de cinco huesos metatarsianos. Los dedos del pie, también conocidos como falanges, son las estructuras en forma de dedo que se conectan al extremo del pie y están compuestos por falanges proximales, medias y distales, excepto el dedo gordo del pie, que solo tiene dos falanges.

Además de estos componentes óseos, el pie también contiene músculos, tendones, ligamentos y tejidos blandos que proporcionan soporte, movilidad y estabilidad a la estructura del pie.

Tratamiento de fisioterapia para tobillo y pie
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