La periostitis tibial, también conocida como síndrome de estrés tibial medial, es una condición común en buena parte de la población.
Experimentar un dolor agudo en el interior de la tibia es una manifestación de los síntomas de la periostitis tibial, consistente en la inflamación del periostio.
Algunos estudios indican que un elevado porcentaje de deportistas de alto impacto, como corredores o atletas, sufren en algún momento de su vida los síntomas de esta afección.
Para abordar esta afección y evitar que su gravedad se vea incrementada, un diagnóstico precoz y tratamiento adecuado son fundamentales
¿Qué es la periostitis tibial?
La periostitis tibial es una inflamación de la membrana que recubre la tibia, conocida como periostio. Se trata de una condición especialmente dolorosa, que afecta al interior de la tibia. Aunque no es una fractura ósea, la periostitis tibial puede manifestarse con síntomas similares.
Un diagnóstico y tratamiento eficaces pueden ayudar a gestionar esta afección, contribuyendo a evitar complicaciones a largo plazo.
¿Por qué se produce la periostitis tibial?
La periostitis tibial es una condición desencadenada por una sobrecarga en la tibia, fruto de una intensificación en las actividades que efectúa una persona.
Exponer a la tibia y los tejidos que la rodean a un esfuerzo excesivo es uno de los motivos que pueden originar esta condición.
¿Cómo saber si tengo riesgo de sufrir periostitis tibial?
El síndrome de estrés o periostitis tibial es una afección asociada a un sobreesfuerzo de la tibia. Se trata de una patología propia de deportistas de alto impacto o personas que realizan actividades físicas a niveles exigentes, como bailarines o militares.
En líneas generales, tienen más riesgo de padecer periostitis tibial aquellas personas que realizan técnicas de entrenamiento inadecuadas, incrementando la carga y el estrés en la tibia.
También, corredores principiantes o personas que se inician en una actividad deportiva de forma repentina. En este sentido, conviene revisar el calzado a utilizar, evitando aquellos que no brinden un soporte y amortiguación adecuados.
Si sales a correr, procura evitar terrenos excesivamente duros o irregulares, ya que estas superficies provocan un impacto más acusado en la tibia, haciéndola más susceptible de desarrollar un proceso inflamatorio.
¿Cómo puedo prevenir la periostitis tibial?
Siguiendo algunas sencillas recomendaciones, podemos prevenir la aparición de dolencias de este tipo.
- Evita la sobrecarga: Intenta no realizar actividades físicas de alta intensidad durante un periodo de tiempo prolongado. Si sometes a la tibia a un sobreesfuerzo por mucho tiempo, es probable que aparezcan complicaciones, como es el caso de las inflamaciones en el periostio.
- Procura ser gradual en tus entrenamientos, aumentando progresivamente su intensidad y duración. Evita los sobreesfuerzos repentinos.
- Dale importancia al calzado, especialmente si eres corredor. Escoge un tipo de calzado que se adapte a tus necesidades, cómodo, con un buen agarre y amortiguación. Considera su sustitución frecuente, evitando correr con un calzado que supere los 800 km de desgaste.
- Plantillas: Para evitar la aparición de la periostitis tibial, puedes adquirir unas plantillas que absorben los impactos. Estas contribuyen a aminorar el dolor y facilitan un ejercicio más cómodo.
Tratamiento de la periostitis tibial
Para el tratamiento de la periostitis tibial, existen algunas técnicas de fisioterapia que resultan especialmente eficaces.
Os contamos algunas de ellas:
- Frío en la zona: Si aplicamos frío en la zona afectada durante unos 20 minutos, estaremos facilitando la reducción de la inflamación, contribuyendo a paliar el dolor que origina esta condición en el paciente.
- Terapia manual: Esta técnica debe realizarse incidiendo de manera especial en el tibial y el músculo tríceps sural. Como resultado, el paciente experimentará mejoras en la musculatura contigua, ya que contribuye a su relajación.
- Técnicas de liberación miofascial: Estos ejercicios contribuyen a liberar la tensión en los tejidos conectivos y los músculos de la pierna, aliviando el dolor experimentado y mejorando la movilidad. Entre los instrumentos que pueden emplearse para la aplicación de estas técnicas están los rodillos de espuma o los dispositivos de liberación miofascial.
- Electroterapia: La TENS (Estimulación eléctrica nerviosa transcutánea), o la terapia de corriente interferencial, son técnicas de electroterapia indicadas para aliviar el dolor, estimulando la recuperación de la zona afectada.
Como te hemos contado, la periostitis tibial es una lesión común que puede afectar a deportistas y personas que realizan actividades que implican gran esfuerzo.
Mediante una adecuada prevención, un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo de la periostitis tibial, el paciente es capaz de alcanzar una recuperación exitosa.
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