La diástasis abdominal es un problema estético y funcional con gran presencia en la actualidad. ¿Notas tu abdomen raro? ¿Sientes dolor al realizar movimientos bruscos o incluso incorporarte de la cama? Estos síntomas son característicos en personas con diástasis abdominal.
La diástasis abdominal puede deberse a muchos factores: el incremento del peso corporal, los cambios que genera el embarazo, el esfuerzo del parto o una sobrecarga en la zona de trabajo abdominal.
- Síntomas de la diástasis abdominal
- ¿Cuáles son las causas?
- ¿Cómo se diagnostica?
- Tratamiento de la diástasis abdominal
¿Qué es la diástasis abdominal?
La diástasis abdominal es una lesión que se produce cuando las fibras de tejido conjuntivo, que mantienen unidos los músculos rectos de nuestro abdomen, quedan dañadas y estos se separan.
La diástasis puede producirse en cualquier persona independientemente de su edad, si es hombre o mujer o su estilo de vida. Sin embargo, en el caso de las mujeres, las posibilidades de que se produzca la diástasis abdominal se incrementan notablemente durante el embarazo.
Este tipo de dolencia requiere reposo relativo y se recomienda no realizar grandes esfuerzos que impliquen la musculatura de la zona dañada. Dependiendo de sí la brecha puede o no cerrarse de forma natural, puede ser precisa la cirugía.
Anatomía del abdomen
El abdomen es una zona muscular del cuerpo ubicada entre tórax y pelvis. Se sitúa justo debajo del diafragma y finaliza en la parte superior de la entrada pélvica. Se divide en dos paredes que se enlazan a las zonas del esqueleto más próximas, es decir, la caja torácica y la pelvis ósea.
El abdomen es un tejido blando y flexible, capaz de soportar grandes cambios y cargas dinámicas. Dicha zona muscular se divide en 4 cuadrantes y 9 regiones.
La función principal del abdomen es realizar la flexión del tren superior hacia delante y de manera lateral.
Síntomas de la diástasis abdominal
Una diástasis abdominal se caracteriza por una depresión fuerte en la línea que separa cada cuadrante de nuestro abdomen. Cuando el grado de la lesión es fuerte, se pueden ocasionar protusiones o edemas en la zona.
Los síntomas principales de la dolencia son los siguientes:
- Dolor abdominal: En función de la gravedad de la diástasis abdominal, el paciente podrá presentar diferentes grados de dolor en la zona.
- Inflamación abdominal: se produce un cambio en el espacio del tejido en nuestro abdomen, la funcionalidad se ve alterada y puede llegar a causar una inflamación en la zona.
- Dolor al ingerir alimentos: si la lesión es importante, el paciente puede presentar dolores intensos a la hora de realizar las digestiones o en el momento que se realiza la ingesta.
- Dolor lumbopélvico: el abdomen se sitúa entre el diafragma (tórax) y nuestra parte superior pélvica. Supone una fuerte estructura esquelético-muscular que asegura la posición corporal, por lo que cuando se lesiona esta posición puede verse alterada.
- Alteraciones funcionales: La alteración del reparto de presiones en la cavidad abdominal puede desencadenar la aparición de disfunción como, incontinencias ante los sobreesfuerzos.
¿Cuáles son las causas de la diástasis abdominal?
Algunas de las causas principales de la diástasis son los siguientes:
- Sobrecarga muscular: en ocasiones nuestras zonas musculares sufren un desgaste debido a la carga o el transporte de objetos de gran peso. Puede deberse a peso externo, o también puede ser ocasionado por el propio peso.
- Embarazo: en ocasiones el crecimiento del bebé proporciona una respuesta corporal en el cuerpo de la madre para dar un espacio en el que el bebé pueda desarrollarse. Esto puede llevar a la aparición de diástasis abdominal, acompañado de una producción mayor de hormonas que debilitaría a la madre.
- Parto: un embarazo de riesgo acompañado de un parto complicado de una larga duración es también un factor de riesgo.
- Aumento de peso: la línea que une las cavidades o cuadrantes del abdomen puede verse dañada por los aumentos excesivos de presión derivados de un incremento muy grande del peso.
Una de las funciones principales de nuestros abdominales es mantenernos erguidos, así como dar equilibrio a nuestro tren inferior.
Esto conlleva que nuestra capacidad de soportar peso, carga o movimiento se vea reducida dependiendo del alcance de la lesión, es decir, según la gravedad de la lesión en la fascia.
Cuando ese tejido es dañado y se excede la tensión muscular, se provoca una lesión en la fascia de dicha zona, que a nivel estético, puede producir alteraciones como protusiones o edemas que cambiarían la estética de nuestro abdomen.
Diagnóstico de la diástasis abdominal, ¿cómo diagnosticarla?
La aparición de la diástasis puede darse por diferentes motivos como enfermedades del tejido conectivo, el embarazo, la obesidad o una gran carga física.
La valoración para saber si sufrimos dicha dolencia debe ir acompañada del diagnóstico de un especialista. La ecografía es una de las pruebas más exactas que nos determinan si existe o no esta lesión.
Por otra parte, hay una prueba que puede decirnos si sufrimos diástasis abdominal. Sobre una superficie dura, nos tumbamos con las rodillas flexionadas y realizando un ejercicio abdominal normal, palpando con los dedos nuestros rectos abdominales.
En caso de notar una separación en esa zona de dos o más dedos (unos 2.5 cm), hablamos de una diástasis abdominal de rectos.
Tratamiento de la diástasis abdominal
Dependiendo del grado de diástasis abdominal que suframos, el tratamiento será uno u otro. Esta dolencia debe ser tratada por especialistas y entrenada con ejercicio terapéutico.
En su primera fase será necesario el uso de fisioterapia acompañada de dietas personalizadas para la recuperación del tejido conectivo. Algunos consejos y tratamientos son los siguientes:
- Ejercicio abdominal: ejercicios que refuercen nuestro abdomen que no supongan una sobrecarga que pueda hacer que la lesión aumente.
- Ejercicios hipopresivos: recuperan la funcionalidad del abdomen para mejorar los tejidos del suelo pélvico y la musculatura profunda de la zona dañada.
- Electroestimulación
- Cirugía: es el tratamiento más habitual para casos muy severos asociados a patología del suelo pélvico como incontinencia. La abdominoplastia debe ir acompañada de fisioterapia, la cual tiene un papel relevante en el tratamiento.
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